Alfonso Medina Galicia
Con 38 votos a favor, 11 en contra y ninguna abstención, el Congreso de Veracruz aprobó en “fast track” la “Ley Nahle”. Con mayoría morenista se aprobó una reforma a la Constitución de Veracruz que permitirá a la actual secretaria de Energía contender por la gubernatura a pesar de haber nacido en Zacatecas. Esta propuesta fue realizada por la diputada Magaly Armenta Oliveros cinco días antes de su aprobación. Y la urgencia de su aprobación es porque esta ley “permite dar certeza y certidumbre jurídica a las personas que por cualquier razón llegan a territorio veracruzano con esperanza de conocimiento, inversión y nuevas oportunidades de vida y que, a la postre, aportan a la entidad crecimiento y desarrollo en los ámbitos políticos, económicos, sociales y culturales”.Todos los partidos políticos protestaron por dicha ley y la han calificado como un traje a la medida para que Cuitláhuac García Jiménez herede el poder a Rocío Nahle sin ser veracruzana. Las protestas también se hicieron sentir al interior del partido morenista, ya que hay personajes de la política que se sienten con el derecho para aspirar a la gubernatura y no se les ha tomado en cuenta.A partir de la votación y aprobación de la Ley Nahle, muchos columnistas y personajes veracruzanos de renombre se han manifestado en contra de esta, ya que sostienen que beneficia a uno de los personajes más corruptos de la política nacional. Corrupción que se ha documentado en diversos medios de comunicación que evidencian a la actual secretaria de Energía manejando 280 mil millones de pesos en el proyecto de la refinería de Dos Bocas, donde los principales contratistas y beneficiarios son sus propios familiares.Algunos morenistas inconformes han denunciado que la Ley Nahle fue aprobada por la deuda que tiene López Obrador con la secretaria de Energía. Ya que ella, es el vínculo entre organizaciones criminales y gobernadores que financiaron las campañas de Morena desde el 2016. Esta deuda la está pagando el presidente de la República con la gubernatura del estado de Veracruz. Al aprobarse dicha ley, salió el gobernador, el secretario de Gobernación, diputados y adeptos de Morena a decir que era una ley histórica y que beneficiará a muchos ciudadanos que quieran vivir, invertir o pelear por un puesto popular. En pocas palabras, salieron a confesar que aprobaron esa ley para importar políticos de otros estados para mantener el poder en Veracruz.El problema se vuelve más turbio porque la Ley Nahle permite a jueces y magistrados migrar al estado de Veracruz para ponerse a las órdenes de los gobiernos morenistas. Esto significa que el gobierno podrá tener un control completo con la justicia y que los administradores de la justicia actual podrán ser reemplazados en el momento en que al gobierno morenista le incomoden. Actualmente, los campesinos veracruzanos están pasando por momentos de angustia y zozobra porque no tienen fertilizantes y semillas para sembrar que les permitan tener una cosecha para alimentar a su familia. El Congreso del estado no ha hecho una ley para proveerlos de dichos insumos, dar precios de garantía o un seguro catastrófico. Lo mismo pasa con el artesano, el albañil, los transportistas, los maestros, los estudiantes y toda la clase trabajadora que busca empleo y mejores salarios para poder llevar alimento a sus familias. Sin embargo, la legislatura local no ha aprobado leyes “fast track” que ataquen inmediatamente los problemas del empleo, la salud, educación y bienestar para sus familias.Dos tragedias se anunciaron el mismo día para el pueblo veracruzano. La ley Nahle y el aumento del precio de la tortilla. La primera es de revuelo para la clase política que se ha puesto como única tarea mantener el poder político. En la segunda, una noticia atroz para la clase trabajadora, porque la tortilla pasó de 20 a 30 pesos. Un descalabro que viene a arruinar la economía de los más pobres pero que no se encuentra en discusión por los gobernadores, legisladores o el presidente del rancho más apartado de nuestro país. No es de interés gubernamental, sin embargo, el pueblo muere de hambre.¿Qué está pasando con la clase política en nuestro país?Desgraciadamente, tenemos una clase política que no representa los intereses de la clase trabajadora. Representa a los intereses de los inversionistas. Está claro el ejemplo de la Ley Nahle que representa a los capitalistas del petróleo y el beneficio de toda su familia, pero para los trabajadores más miseria y pobreza.Como pintan las cosas, Veracruz es un claro ejemplo de la decadencia de la clase política. Una clase política que se ha convertido en un grupo de rufianes que lucran con la pobreza y la necesidad de los pobres. Sin una visión del progreso del país y desarrollo de una sociedad más justa que reparta de manera equitativa la riqueza nacional. Los veracruzanos tienen como políticos a verdaderos gánsters que chupan y viven a costa del pueblo pobre.Está claro que México necesita una nueva clase política que represente los intereses de los trabajadores. Una clase política que se ponga a legislar a favor de los desprotegidos, que les garantice empleo, alimento, salud, educación, salarios bien remunerados y recreo. Esa clase política no existe hasta el momento, hay que crearla con el pueblo pobre organizado. Esta clase debe sustituir a la clase política actual. Por ello, la tarea incansable debe ser organizar y educar al pueblo trabajador para que tome el destino de nuestro país en sus manos. Hoy lo que importa para la clase política en Veracruz es garantizar el hueso para la camarilla de Rocío Nahle, pero ¿quién está preocupado para evitar una hambruna contra los veracruzanos?
Total de usuarios : 204000
Quién está contectado : 9
