Sergio Hernández Cortés.

En la situación que tiene el gobierno federal a dos empresas mexicanas, podemos comprobar fehacientemente que gobernar; si tiene licencia. LITIOMX lleva 3 años sin resultado alguno y PEMEX tiene en vilo a sus proveedores al no pagarles la enorme deuda contraída con ellos. Aquí los detalles:
Desde su creación, el 23 de agosto de 2022 LITIOMX no cuenta con proyectos de inversión, áreas de exploración o acuerdos con expertos para las labores de explotación de yacimientos. Recordemos que su fundación fue dada en un contexto de protección de los recursos naturales del país y con el argumento de evitar la intervención de empresas extranjeras que pudieran apropiarse del litio, considerado un recurso estratégico para México en el actual mundo de las tecnologías. Pero a la fecha, LITIOMX no ha generado recursos propios y depende exclusivamente de los recursos fiscales asignados por el gobierno, los cuales en tres años suman $31,200,000
En 2023 recibió el presupuesto de egresos de la federación $2,180,000; en 2024 $16,400,000 y en lo que va del 2025 casi 13,000,000.
Dichos recursos, se han destinado mayormente al pago de nómina que cubre los salarios de 3 de las 5 plazas de mando superior autorizadas y de 9 vacantes eventuales. De estos, no se sabe con exactitud qué actividades realizan. En 2021 el servicio geológico mexicano indicó que se habían identificado más de 50 localidades idóneas para la extracción del litio, pero es la fecha que no ha habido nada de nada.
Y el relato con PEMEX no es mejor, tras meses de que el gobierno mexicano se había comprometido a regularizar los pagos que la paraestatal tiene con sus proveedores, hace una semana vino la alarma de la Asociación Mexicana de Empresas de Servicios Petroleros AMESPAC; si PEMEX no salda sus deudas con ellos, ya no podrán seguir operando a partir de julio. Esto debido a que, se han visto orilladas a disminuir significativamente sus actividades porque su flujo de efectivo está muy comprometido. Las cifras siguientes nos ayudaran a entender la dimensión del asunto:
- Al concluir el 2024 la deuda de PEMEX con proveedores ascendía a poco más de 500,000 millones de pesos.
- Tras varios compromisos hechos con Claudia Sheinbaum al cierre del primer trimestre de este año, la deuda se ubica en 404,000 millones de pesos, solo han logrado bajarla un 20%.
- Esta cifra es 260% mayor a lo que se debía en 2018 al iniciar la administración de Obrador. Más de 2.5 veces ha crecido la deuda desde entonces.
En la más reciente declaración en mañanera, la Presidente afirmó que ya se había pagado una parte de la actual deuda; unos 147,000 millones de pesos y que se sigue trabajando con Hacienda y con PEMEX para bajar el monto.
Recordemos que al iniciar su gobierno Claudia Sheinbaum dijo que había recibido, de su antecesor, finanzas sanas.
Solo que, con tanto elefante blanco, empresas fachadas y tanto fracaso gubernamental heredado, a lo mejor las finanzas hoy están más enfermas que nunca.
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