Por: FRANCISCO HERNNDEZ ZAMORA
Decir la verdad o hacer lo correcto es complicado. Aún cuando cada quien puede tener su propia verdad o cree estar haciendo lo correcto en determinado momento o circunstancia, hay verdades tácitas y hechos incontrovertibles. Como simple ejemplo podemos mencionar que si en nuestra Ley de Leyes, nuestra Constitución Política, se encuentra una disposición x, ésa es una verdad tácita debido a que todos como mexicanos la hemos aprobado a través del poder Legislativo, para ser aplicada por el Poder Judicial y avalada y obligado a hacerla respetar al Poder Ejecutivo. Para no enredar tanto el asunto y dando seguimiento al tema de la CORRUPCIÓN que abordamos en nuestro artículo anterior, hay que volver a recalcar que hasta la fecha parece ser que la corrupción es algo inherente al ser humano; sólo que hay de corruptos a corruptos. No es lo mismo aquel funcionario o funcionaria encargados de un área de gobierno -de cualquier nivel- que han sido puestos ahí para impartir Justicia, que un agente de tránsito que se deja sobornar con, digamos 50 pesos, por un conductor que desea estacionarse en un lugar prohibido. Y no es lo mismo un soborno que un acto de corrupción en donde el funcionario pide y a veces exige cantidades fuertes de dinero para cargar la Justicia del lado del que tiene más, en detrimento de una persona sin recursos o más humilde, o campesino, aunque éstos tuvieran la razón y a la Ley de su lado. A raíz de nuestro artículo anterior, en el que se multiplicaron comentarios diversos y fue decenas de veces compartido, destacan algunos en los que los lectores piden que, si es posible se den nombres. Y en esta ocasión iniciaremos con una denuncia o queja elevada por, precisamente, un campesino, del municipio de Ixhuatlán de Madero, concretamente del poblado Teopancáhual. Se trata del señor
Marcelo Hernández Juárez, quien señala a Revista Digital Imagen Huasteca, parte del viacrucis, que ha tenido que sufrir al presentarse a denunciar ante la Fiscal Sexta y adscrita al Juzgado Mixto de Primera Instancia de Chicontepec, Guadalupe Rodríguez Andrade, en donde señala que su denuncia por despojo y otros delitos como robo, daños, etcétera, no han procedido y cuando ha tenido que presentarse ante dicha Fiscal, ésta lo ha tratado de manera denigrante, al grado de decirle que “si no le parece lo que le estoy diciendo lárguese de este lugar”. Señala el quejoso y su familia que se tuvieron que comunicar vía telefónica con el perito designado para su caso, y éste les informó que el Peritaje correspondiente ya había sido entregado ante la Fiscalía Sexta… pero aquí le dijeron que eso era mentira, que ahí no tenían nada. ¿Quién miente? Dicho señor, don Marcelo Hernández Juárez y su familia, ya preparan al menos dos denuncias más. A ver si en Xalapa les hacen caso y toman alguna decisión a este respecto. El trato a este campesino y su familia…¿es porque no tienen dinero para que su expediente avance y se aplique la Ley? O, ¿qué pasa en la Unidad Integral de Procuración de Justicia en Chicontepec y en las demás de la zona norte? ¿Necesita más pruebas la Fiscal General del Estado de Veracruz? Las hay, desde luego. Por fortuna dentro de la propia UIPJ hay elementos – hombres y mujeres, fiscales o empleados, no solo capaces sino de probidad y que están ahí para actuar conforme a lo que dicta la Ley. Pero, como lo hemos señalado en otras ocasiones: es necesaria una “limpia de fiscales”.
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