Eloisa Hernåndez Mateos.
30 DE NOVIEMBRE
RELIGIOSAMENTE: la iglesia católica celebra la fiesta de San Andrés Apóstol, hermano de San Pedro y Patrono de la iglesia Ortodoxa, fue discípulo de Juan el Bautista y luego siguió a Jesús. Se le conoce como “el primer llamado”
ETNICO CULTURAL: el 30 de noviembre, es el festejo, ultima ofrenda y despedida de las almas, se dice que aquellos que murieron el año pasado; NO vinieron, si no hasta éste año y a veces llegan tarde, por eso pueden estar todo el mes aquí y se van hasta San Andrés, asi mismo los que acaban de fallecer apenas conocerán el camino y se van en san Andrés como CARGADORES.
Este día se vuelve a florear el arco y a ofrendar para quienes murieron durante el mes, asi como para los que llegaron tarde, los traviesos o las almas solas
Las ofrendas constan de platillos que se degustan el familia y se preparan los morrales simbolizando la ofrenda para el camino de regreso de las almas, mismos que se reparten entre vecinos.
las cuadrillas de enmascarados o de viejos, se vuelven a vestir, para que “se echen su última bailada” antes de regresar al cielo o de despedirse por primera vez. Así ellos tienen oportunidad de bailar y disfrutar con los de AQUÍ… realizando el ritual del destape para liberar al alma del bailador y que no se lo valla a llevar.
También se cree que el tronar cuetes, en la última ofrenda, significa que van anunciando que YA VAN EN CAMINO, de regreso al cielo, donde con gusto los despedimos y pedimos poder volver a ser visitados en el siguiente año.
En las comunidades la hora de la última ofrenda es muy emotiva, ya que se sienten contentos de haber CUMPLIDO, con atenderlos como se merecen
Los tenek, llevan coronas hechas con flores de muerto (como se usaban, antes de las coronas de papel), a los cementerios y es momento de florear las cruces de cada difunto, misma que simboliza ser invitado especial y que se le quiere mucho
Los nahuas, realizan su última ofrenda en los cementerios junto a su familia y otras familias, llevan música, danzas y truenan cuetes cuando se despiden de sus seres queridos.
Después de éste día, ya se puede quitar el arco, y es también como un ritual, pues éste no se desbarata, solo se suelta de la mesa y se debe llevar a una parte trasera del hogar (NO EN EL BASURERO) y ahí se deja secar más ((segura estoy de que el siguiente año, florecerá la flor de muerto en ese lugar))
De esta manera finalizamos el ciclo cosmogónico en la fiesta de día de muertos, felices de haber cumplido con nuestros difuntos y esperándolos el siguiente año.
ELOISA HERNANDEZ MATEOS (PROMOTOR CULTURAL)