Alfonso Medina Galicia
El INEGI informó que la inflación general en el país se situó en 8,15 por ciento en julio de 2022 y que el alza de los precios en los útiles escolares registran su mayor alza desde la segunda quincena de marzo de 1997. Esto se debe al incremento de los precios en las materias primas para elaborar cuadernos y carpetas, mismas que tuvieron una inflación promedio del 13.97 por ciento anual.En este sentido, la Asociación Nacional del Pequeños Comerciantes (ANPEC) hizo un análisis que arrojó un incremento del 30 por ciento respecto al 2021 para la compra de útiles escolares, uniformes y mochilas. Ante dicho aumento, la Confederación de Cámaras Nacionales de Comercio, Servicios y Turismo (Concanaco-Servytur) de la Ciudad de México, prevé que las ventas por el regreso a clases en el ciclo escolar 2022- 2023 alcancen los cuatro mil millones de pesos, por debajo de las ventas registradas en 2019, que se estimaron en casi cinco mil millones de pesos.Hay que recordar que el 29 de agosto regresan 25 millones de niños a la escuela de manera presencial y los padres de familia se han dado la tarea de buscar precios por todos lados. Para su sorpresa se han encontrado con precios exorbitantes, por ejemplo, el costo de los útiles escolares para primaria oscila en 522.9 pesos y para secundaria de 829.40 pesos por alumno de acuerdo al análisis hecho por la ANPEC.Pero el problema no queda ahí, según la ANPEC, para cubrir el costo del calzado, mochila y uniformes se requiere una inversión de entre 2 mil 800 a 3 mil 200 pesos por estudiante. Si cada familia tiene en promedio tres hijos, esto implica una suma mucho mayor para que los niños y jóvenes puedan ir a la escuela y si agregamos que los patronatos cobran cuotas en las escuelas, simplemente el acceso a la educación gratuita que consagra el artículo tercero constitucional es letra muerta para la clase trabajadora y se vuelve imposible para los hijos de los pobres y un privilegio para unos cuantos.¿Cuál es la realidad de las familias pobres para dar educación a sus hijos? Lo más común es que el padre o la madre sale a pedir préstamos para mandar a sus hijos a la escuela, también, se recurre a reciclar hojas de libretas viejas, usar y remendar el uniforme viejo o el usado de los hermanos mayores, comprar los zapatos de cartón más baratos que no aguantan una mojada y una bolsa de plástico como mochila para poder acudir a la escuela. Y sus cuotas las tienen que pagar en abonos al patronato porque les es imposible pagar al contado. Como pinta la realidad, este regreso a clases será el más caro de toda la historia de México y los más afectados serán los pobres. ¿Cuál es el problema de la educación?El problema es que nuestro país no tiene un proyecto educativo que ponga en el centro la formación de científicos al servicio del progreso y desarrollo nacional, no existe inversión, México es el penúltimo lugar en las evaluaciones de la OCDE. A pesar de que Morena lleva cuatro años en el gobierno, la educación de los pobres no es prioridad para el gobierno de la cuarta transformación. La política educativa de Morena consiste en evitar a toda costa que los hijos de los obreros y campesinos accedan a la educación aunque digan lo contrario, porque en los hechos incrementan los costos de los útiles escolares para que los niños no vayan a la escuela, les quitan sus becas como Prospera, quitaron los comedores escolares y las clases extracurriculares que contenía el programa de Escuelas de Tiempo Completo. Con estos actos se cometió un crimen de lesa humanidad contra los pobres. Y es que bajo este sometimiento, Morena busca mantener al pueblo en la ignorancia para manipularlo y mantenerse en el poder muchos años más.La política educativa instrumentada por Morena no representa a la clase trabajadora. En primer lugar porque quienes dirigen a la SEP tienen la característica de ser fanáticos del AMLO, gente señalada por actos de corrupción, cuestionados y cuestionadas por su capacidad intelectual y de que no tienen la más remota idea de cómo transformar la educación en México.En segundo lugar, se imponen “reformas educativas” que han mutilado a la ciencia y la pedagogía a cambio de programas de corte ideológico para promover el dogmatismo, idolatrando al presidente de la República al interior de las aulas. Dichas reformas están preñadas de vil adoctrinamiento para las nuevas generaciones. Lo dijo un reconocido columnista mexicano: la nueva escuela mexicana tiene más ideología que pedagogía.Sin embargo, pueden corregirse las planes y programas, se pueden instrumentar nuevas reformas y se puede poner a científicos al frente de la Secretaría de Educación Pública, pero si el pueblo no está organizado y no hay una distribución equitativa de la riqueza nacional los resultados serán los mismos o peores. Por ello, lo urgente es cambiar al sistema económico que prevalece en nuestro país, cambiar a la clase política por otra que represente los intereses de la clase trabajadora y sólo así se podrá instrumentar un proyecto integral que permita hacer al hombre nuevo para generar una sociedad nueva. Por ello, sigue patente y pertinente la tarea de educar y organizar al pueblo mexicano.
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